Por: Juan E. Medina García*. / www.lavozdeoriente.com
Desde las prisiones de la provincia de Santiago de Cuba nos llegan los reportes de maltratos y malas condiciones de vida de los reos, además tenemos las noticias del descontento por arbitrariedades durante el proceso judicial en los que se vieron involucrados algunos procesados.
Yunier Garbey Torres, fue condenado a 7 años de privación de libertad por el presunto robo de una yegua y que durante el juicio el dueño aseguró no haberlo visto antes, pero la fiscalía no tuvo en cuenta los testigos de la defensa. Garbey Torres se encuentra recluido en la prisión de aguadores, destacamento 1 desde el 13 de septiembre de 2011, y se declaró en huelga de hambre desde el pasado 8 de febrero de 2012.
Israel Ruiz Zapata se encontraba cumpliendo su condena de 4 años y 5 meses en el correccional de Contramaestre desde el año 2009. A este ciudadano le dieron un pase a su casa y por no regresar en tiempo le revocaron su causa y le sumaron 6 meses más a su sanción tiempo que deberá cumplir en la prisión de aguadores destacamento 10; Ruiz Zapata está en huelga de hambre desde el día 10 de febrero de 2012, según sus demandas hasta que lo devuelvan al correccional.
* Partido Republicano de Cuba.
El siguiente blog es una copia del blog original "La Voz De Oriente" . Las opiniones y datos que aparecen son entera responsabilidad de su principal contribuyente el señor Ernesto Vera https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicuDiTn2CXh3iBljtc4tKKlbAvHsubPgrEIE2hRTWd5Xbb8eSRXqJ-yX2FZUHAaGzDPXnj_rrUTGZL_R1ghw2id6ijiHAumuuZ_sGHvZ45oj6A65AFlX_v_PgF9ZV2NDHBC78ZDegwgc0/s1600/blog.jpg
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domingo, 19 de febrero de 2012
Desde las prisiones de Santiago de Cuba
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jueves, 19 de enero de 2012
El voto del Cancerbero.
Este libelo que el titula “Botar el falso voto”, comienza diciendo, “Es una realidad imposible de disimular: en cierto centro de trabajo, algunas reuniones amenazan en convertirse en formalidades si por votar por alguien o por algo se trata. La rutina llega a su clímax cuando el conductor se dirige a los presentes para que tomen partido: ahora, compañeros, vamos a someter a votación el informe. Los que estén a favor que lo expresen levantando la mano”.
“Los brazos se levantan en señal de anuencia. Luego, inquiere. ¿En contra? Nadie. ¿Abstenciones? Nadie. Entonces triunfante, anuncia. El informe queda aprobado por unanimidad. Aplausos”.
“Después, en el pasillo, las críticas a lo que ellos mismos aprobaron”.
Y se pregunta: “Mas de una vez si quienes asumimos-ahí se incluye-el derecho al voto en contrapicada en esas reuniones y asambleas no estaremos inconscientemente consciente de que esa supuesta unanimidad, constituye en ocasiones un ejercicio de doble moral que expresa per se cuán escasa anda la valentía política entre quienes la practican”.
Cita la clausura del 9no Congreso de la UJC, cuando el señor Raúl Castro Ruz, Presidente; primero, por un dedazo de su hermano mayor; después, por algo más de 600 votos, que dice: “La unanimidad absoluta generalmente es ficticia y por tanto dañina. La contradicción, cuando no es antagónica como en nuestro caso, es el motor del desarrollo. Debemos suprimir, con toda intencionalidad, cuanto alimente la simulación y el oportunismo”.
Menciona un pensamiento de nuestro apóstol José Martí que dice: “El hombre que oculta lo que piensa o no se atreve a decir lo que piensa no es un hombre honrado”.
Y termina su interesante artículo manifestando: “En la falsa unanimidad el fingidor le gana la arrancada al honesto y llega primero porque se dopa con el dobles. Un brazo en alto debe encarnar siempre certeza absoluta y acto de conciencia. Votar sin convicción es como botar ética y moral al basurero”.
Confieso como dije al principio del interesante artículo “Botar el falso voto”, donde el señor Morales Agüero demuestra que no se atreve a decir lo que piensa y lo oculta cuando menciona a ciertos centros de trabajos llevando a un plano estrecho un mal de dimensión nacional. Dice que es una realidad imposible de disimular, pero él lo hace muy bien para no buscarse problemas.
No sé qué edad tendrá este periodista, pero debo aclararle que parece ignorar que este mal no es de ahora; que viene ocurriendo desde hace más de medio siglo, cuando la involución que él defiende a capa y espada fue, y es, la promotora que él llama la doble moral-y creo no equivocarme-que la careta no es solo en los centros de trabajos que hace alusión; esto ocurre en las entelequias que llevan por nombres Comités Central del PCC, Consejos de Ministros, Asamblea del Poder Popular y otros. ¿Sería capaz el señor Agüero de alzar su mano para votar en contra de una propuesta de los hermanos Castro si fuera miembro de los organismos antes mencionados?
¿Hubiese levantado la mano este periodista en contra, cuando el señor Fidel Castro Ruz pensó desecar la Ciénaga de Zapata; cuando el desbrozo de bosques a lo largo y ancho del país; la exportación de la revolución a Asia, África y América Latina; la locura de la Electro Nuclear de Cienfuegos y últimamente la destrucción de la industria azucarera? ¿Sería capaz de levantar la mano en contra? Creo que no.
Por último, digo a este testaferro que la doble moral no existe; se es moral o amoral y él sin dudas, es lo segundo, el problema no está en votar; el problema está en el fracasado sistema totalitario impuesto, que es, en fin, al que hay que depositar en el basurero.
El señor Juan Morales Agüero, sin proponérselo, ha retratado más de cinco décadas de represión y miedo y, a la vez, ha entrado por la misma puerta que ya entraron el leal Fritz Suárez Silva y ese mercenario que tanto odia al pueblo cubano, Jean Guy Allard; ese que algún día declararemos persona non grata y expulsaremos de nuestra patria por su servilismo a la tiranía más longeva de esta época, solo superada por Luis XlV, quien se mantuvo en el poder durante 72 largos años (1643-1715).
Mientras tanto, nosotros los cubanos no perdemos la fe que, más temprano que tarde, saldremos de esta terrible pesadilla.
¡Que Dios salve al pueblo de Cuba!
*Partido Republicano de Cuba.
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martes, 17 de enero de 2012
Las sanguijuelas de Miami.
Santiago de Cuba - www.lavozdeoriente.com - Juan E. Medina García - Quienes hayan leído el disparate publicado en el periódico Juventud Rebelde con fecha 21 de junio de 2011, con la rúbrica de Lázaro Fariñas, quedarán asombrados al ver que esta blasfemia no fue escrita desde Cuba o Venezuela, sino desde Miami, ciudad que él y demás comunistas ven como un “Antro de maldad, refugio de mercenarios, terroristas, vende patria” y cuantas ofensas les venga en ganas, sólo tendrán dos opciones: reír a carcajadas o fruncir el ceño.
Este señor está consciente que puede escribir lo que quiera y cuanto quiera, sabe que las leyes y la Constitución de los Estados Unidos lo protegen contra cualquier intento de agresión por parte de los “asesinos, mercenarios o terroristas” que habitan esa hermosa urbe. Este comunista, oh, perdón, periodista, trata con mucha vileza al exilio cubano, dándole el calificativo de anexionistas porque quieren que seamos colonia de los EEUU, parece desconocer la historia de Cuba y sus tradiciones libertarias. Lo curioso de esta afrenta es que ocurre en las “entrañas del monstruo”, famosa frase de nuestro José Martí que nunca he compartido; recordemos que allí encontró refugio y ayuda de todo tipo para lo que él llamó la guerra necesaria.
Este funcionario del gobierno cubano, arremete contra lo que él califica de “autollamado exilio cubano” por el apoyo de estos a la política “agresiva de EEUU contra Cuba, para que las tropas norteamericanas desembarquen en la isla, después de bombardeadas sus ciudades y población, como sucedió en Iraq y sucede ahora en Libia”.
Confunde a Cuba con el régimen totalitario, cuando equipos deportivos compiten en el extranjero y que la ultraderecha se alegra si son derrotados, esto no es solo en el extranjero, sucede también en Cuba debido a la politización que el gobierno ha impuesto en el deporte. Estos equipos no representan al pueblo cubano, sino a la dinastía castrista, debido a ello, muchos cubanos dentro y fuera del país (incluyéndome) apoyamos al contrario; si el equipo que representa la gerontocracia juega contra Venezuela (hasta ahora se le puede llamar así), me inclino por el equipo de la tierra de Bolívar, lo mismo puede ocurrir si son de Nicaragua, Bolivia, Ecuador o cualquier otro, no importa que pertenezcan al imperio del ALBA, es, sencillamente, una cuestión de satisfacción personal.
Este vocero del régimen que no vive en ninguno de los países miembros de ese imperio sino que vive en la “corrupta y archipeligrosa Miami” se engaña a sí mismo y quiere confundir a muchos. No niego que los hay radicales en extremo, pero que se le desea todo lo malo a nuestra patria, es una afirmación deshonesta. A Cuba la amamos infinitamente, estamos dispuestos a darlo todo por ella, que no quede duda, incluyendo la vida; recuerdo a nuestro Apóstol cuando dijo: “La patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue asiento en ella a ninguna virtud”. Lo que se busca es la concordia, no el odio.
Sabemos de la corrupción de los regímenes que antecedieron al año 1959, también sabemos que fuimos colonia de España, recordamos los versos de Bonifacio Byrne, que cito: Al volver de distante rivera ⁄ con el alma enlutada y sombría ⁄ afanosa busqué mi bandera ⁄ y otra he visto además de la mía ⁄ Con la fe de las almas austeras ⁄ hoy sostengo con toda energía ⁄ que no pueden flotar dos banderas ⁄ donde basta con una: la mía ⁄.
Pero también recordamos que fuimos colonia de la desaparecida URSS, y se impuso el idioma ruso, en los actos públicos cuando Marx, Engels, Lenin y la bandera de aquel imperio estaban en primer plano, mientras Maceo, Martí, Gómez y nuestra bandera, eran relegados a un segundo plano. Recordamos los uniformes y grados de las instituciones militares, pero nadie fue capaz de recordar esos hermosos versos de Byrne.
El señor Lázaro Fariñas deja fluir por sus poros el odio que siente por nuestros hermanos en el exilio, pero también expresa su simpatía por el régimen castrense cubano y por el aspirante a futura metrópolis del “añorado” Imperio: el régimen venezolano. Con su eufórico espaldarazo, no me causaría ningún asombro ver en un futuro al señor Fariñas en uno de los programas que últimamente se han estado difundiendo por la televisión cubana con el título: Las verdades de Cuba. Donde estos espías jactanciosamente describen la “eficiente” penetración en las filas de la oposición dentro del país.
Vuelvo a recordarles a quien o quienes pueda interesar que la historia se repite, nunca o casi nunca con el mismo personaje, pero se repite, que recuerden a Núremberg.
La oposición pacífica cubana no tiene sed de odio, menos de venganza; creemos que solo deben temer a la democracia aquellos que oprimen, y llevan en sus manos las manchas de la sangre de nuestro generoso pueblo.
Tengo fe que algún día viviremos en armonía y libertad, sin importar ideología política, religión o cualquier otra tendencia.
¡Algún día, estoy seguro!
¡Qué dios nos bendiga!
*PRC. San Luis.
Teléfono: 478181
Este señor está consciente que puede escribir lo que quiera y cuanto quiera, sabe que las leyes y la Constitución de los Estados Unidos lo protegen contra cualquier intento de agresión por parte de los “asesinos, mercenarios o terroristas” que habitan esa hermosa urbe. Este comunista, oh, perdón, periodista, trata con mucha vileza al exilio cubano, dándole el calificativo de anexionistas porque quieren que seamos colonia de los EEUU, parece desconocer la historia de Cuba y sus tradiciones libertarias. Lo curioso de esta afrenta es que ocurre en las “entrañas del monstruo”, famosa frase de nuestro José Martí que nunca he compartido; recordemos que allí encontró refugio y ayuda de todo tipo para lo que él llamó la guerra necesaria.
Este funcionario del gobierno cubano, arremete contra lo que él califica de “autollamado exilio cubano” por el apoyo de estos a la política “agresiva de EEUU contra Cuba, para que las tropas norteamericanas desembarquen en la isla, después de bombardeadas sus ciudades y población, como sucedió en Iraq y sucede ahora en Libia”.
Confunde a Cuba con el régimen totalitario, cuando equipos deportivos compiten en el extranjero y que la ultraderecha se alegra si son derrotados, esto no es solo en el extranjero, sucede también en Cuba debido a la politización que el gobierno ha impuesto en el deporte. Estos equipos no representan al pueblo cubano, sino a la dinastía castrista, debido a ello, muchos cubanos dentro y fuera del país (incluyéndome) apoyamos al contrario; si el equipo que representa la gerontocracia juega contra Venezuela (hasta ahora se le puede llamar así), me inclino por el equipo de la tierra de Bolívar, lo mismo puede ocurrir si son de Nicaragua, Bolivia, Ecuador o cualquier otro, no importa que pertenezcan al imperio del ALBA, es, sencillamente, una cuestión de satisfacción personal.
Este vocero del régimen que no vive en ninguno de los países miembros de ese imperio sino que vive en la “corrupta y archipeligrosa Miami” se engaña a sí mismo y quiere confundir a muchos. No niego que los hay radicales en extremo, pero que se le desea todo lo malo a nuestra patria, es una afirmación deshonesta. A Cuba la amamos infinitamente, estamos dispuestos a darlo todo por ella, que no quede duda, incluyendo la vida; recuerdo a nuestro Apóstol cuando dijo: “La patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue asiento en ella a ninguna virtud”. Lo que se busca es la concordia, no el odio.
Sabemos de la corrupción de los regímenes que antecedieron al año 1959, también sabemos que fuimos colonia de España, recordamos los versos de Bonifacio Byrne, que cito: Al volver de distante rivera ⁄ con el alma enlutada y sombría ⁄ afanosa busqué mi bandera ⁄ y otra he visto además de la mía ⁄ Con la fe de las almas austeras ⁄ hoy sostengo con toda energía ⁄ que no pueden flotar dos banderas ⁄ donde basta con una: la mía ⁄.
Pero también recordamos que fuimos colonia de la desaparecida URSS, y se impuso el idioma ruso, en los actos públicos cuando Marx, Engels, Lenin y la bandera de aquel imperio estaban en primer plano, mientras Maceo, Martí, Gómez y nuestra bandera, eran relegados a un segundo plano. Recordamos los uniformes y grados de las instituciones militares, pero nadie fue capaz de recordar esos hermosos versos de Byrne.
El señor Lázaro Fariñas deja fluir por sus poros el odio que siente por nuestros hermanos en el exilio, pero también expresa su simpatía por el régimen castrense cubano y por el aspirante a futura metrópolis del “añorado” Imperio: el régimen venezolano. Con su eufórico espaldarazo, no me causaría ningún asombro ver en un futuro al señor Fariñas en uno de los programas que últimamente se han estado difundiendo por la televisión cubana con el título: Las verdades de Cuba. Donde estos espías jactanciosamente describen la “eficiente” penetración en las filas de la oposición dentro del país.
Vuelvo a recordarles a quien o quienes pueda interesar que la historia se repite, nunca o casi nunca con el mismo personaje, pero se repite, que recuerden a Núremberg.
La oposición pacífica cubana no tiene sed de odio, menos de venganza; creemos que solo deben temer a la democracia aquellos que oprimen, y llevan en sus manos las manchas de la sangre de nuestro generoso pueblo.
Tengo fe que algún día viviremos en armonía y libertad, sin importar ideología política, religión o cualquier otra tendencia.
¡Algún día, estoy seguro!
¡Qué dios nos bendiga!
*PRC. San Luis.
Teléfono: 478181
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