El siguiente blog es una copia del blog original "La Voz De Oriente" . Las opiniones y datos que aparecen son entera responsabilidad de su principal contribuyente el señor Ernesto Vera http://2.bp.blogspot.com/-NH69kMPlm7s/U75XrBX0k_I/AAAAAAAAQIU/NqRm2I4Dmos/s1600/blog.jpg

martes, 17 de enero de 2012

Las sanguijuelas de Miami.

Santiago de Cuba - www.lavozdeoriente.com - Juan E. Medina García - Quienes hayan leído el disparate publicado en el periódico Juventud Rebelde con fecha 21 de junio de 2011, con la rúbrica de Lázaro Fariñas, quedarán asombrados al ver que esta blasfemia no fue escrita desde Cuba o Venezuela, sino desde Miami, ciudad que él y demás comunistas ven como un “Antro de maldad, refugio de mercenarios, terroristas, vende patria” y cuantas ofensas les venga en ganas, sólo tendrán dos opciones: reír a carcajadas o fruncir el ceño.

Este señor está consciente que puede escribir lo que quiera y cuanto quiera, sabe que las leyes y la Constitución de los Estados Unidos lo protegen contra cualquier intento de agresión por parte de los “asesinos, mercenarios o terroristas” que habitan esa hermosa urbe. Este comunista, oh, perdón, periodista, trata con mucha vileza al exilio cubano, dándole el calificativo de anexionistas porque quieren que seamos colonia de los EEUU, parece desconocer la historia de Cuba y sus tradiciones libertarias. Lo curioso de esta afrenta es que ocurre en las “entrañas del monstruo”, famosa frase de nuestro José Martí que nunca he compartido; recordemos que allí encontró refugio y ayuda de todo tipo para lo que él llamó la guerra necesaria.

Este funcionario del gobierno cubano, arremete contra lo que él califica de “autollamado exilio cubano” por el apoyo de estos a la política “agresiva de EEUU contra Cuba, para que las tropas norteamericanas desembarquen en la isla, después de bombardeadas sus ciudades y población, como sucedió en Iraq y sucede ahora en Libia”.

Confunde a Cuba con el régimen totalitario, cuando equipos deportivos compiten en el extranjero y que la ultraderecha se alegra si son derrotados, esto no es solo en el extranjero, sucede también en Cuba debido a la politización que el gobierno ha impuesto en el deporte. Estos equipos no representan al pueblo cubano, sino a la dinastía castrista, debido a ello, muchos cubanos dentro y fuera del país (incluyéndome) apoyamos al contrario; si el equipo que representa la gerontocracia juega contra Venezuela (hasta ahora se le puede llamar así), me inclino por el equipo de la tierra de Bolívar, lo mismo puede ocurrir si son de Nicaragua, Bolivia, Ecuador o cualquier otro, no importa que pertenezcan al imperio del ALBA, es, sencillamente, una cuestión de satisfacción personal.

Este vocero del régimen que no vive en ninguno de los países miembros de ese imperio sino que vive en la “corrupta y archipeligrosa Miami” se engaña a sí mismo y quiere confundir a muchos. No niego que los hay radicales en extremo, pero que se le desea todo lo malo a nuestra patria, es una afirmación deshonesta. A Cuba la amamos infinitamente, estamos dispuestos a darlo todo por ella, que no quede duda, incluyendo la vida; recuerdo a nuestro Apóstol cuando dijo: “La patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue asiento en ella a ninguna virtud”. Lo que se busca es la concordia, no el odio.

Sabemos de la corrupción de los regímenes que antecedieron al año 1959, también sabemos que fuimos colonia de España, recordamos los versos de Bonifacio Byrne, que cito: Al volver de distante rivera ⁄ con el alma enlutada y sombría ⁄ afanosa busqué mi bandera ⁄ y otra he visto además de la mía ⁄ Con la fe de las almas austeras ⁄ hoy sostengo con toda energía ⁄ que no pueden flotar dos banderas ⁄ donde basta con una: la mía ⁄.

Pero también recordamos que fuimos colonia de la desaparecida URSS, y se impuso el idioma ruso, en los actos públicos cuando Marx, Engels, Lenin y la bandera de aquel imperio estaban en primer plano, mientras Maceo, Martí, Gómez y nuestra bandera, eran relegados a un segundo plano. Recordamos los uniformes y grados de las instituciones militares, pero nadie fue capaz de recordar esos hermosos versos de Byrne.

El señor Lázaro Fariñas deja fluir por sus poros el odio que siente por nuestros hermanos en el exilio, pero también expresa su simpatía por el régimen castrense cubano y por el aspirante a futura metrópolis del “añorado” Imperio: el régimen venezolano. Con su eufórico espaldarazo, no me causaría ningún asombro ver en un futuro al señor Fariñas en uno de los programas que últimamente se han estado difundiendo por la televisión cubana con el título: Las verdades de Cuba. Donde estos espías jactanciosamente describen la “eficiente” penetración en las filas de la oposición dentro del país.

Vuelvo a recordarles a quien o quienes pueda interesar que la historia se repite, nunca o casi nunca con el mismo personaje, pero se repite, que recuerden a Núremberg.

La oposición pacífica cubana no tiene sed de odio, menos de venganza; creemos que solo deben temer a la democracia aquellos que oprimen, y llevan en sus manos las manchas de la sangre de nuestro generoso pueblo.

Tengo fe que algún día viviremos en armonía y libertad, sin importar ideología política, religión o cualquier otra tendencia.

¡Algún día, estoy seguro!

¡Qué dios nos bendiga!


*PRC. San Luis.
Teléfono: 478181

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